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sábado, 2 de febrero de 2008

Conclusión Módulo I...

Este video (extraído de youtube) muestra de alguna manera lo que Bates y Poole (2003) exponen: “La buena enseñanza puede superar una mala elección en el uso de la tecnología, pero la tecnología nunca salvaguardará una mala enseñanza; usualmente la hará peor”. (p.45)


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Lecturas y opinión...

Síntesis de las lecturas

Bates & Poole (2003) nos explican que la tecnología de información y particularmente el uso de internet ha motivado un gran cambio en nuestra sociedad. Reconocen que el impacto en educación y entrenamiento ha sido tan grande como en cualquier otra área y que las habilidades para el uso efectivo de la tecnología se han incrementado en complejidad e importancia.
Para Fullan (2000) una de las preguntas fundamentales respecto al cambio educativo se refiere a “¿Cómo sabemos cuando éste vale la pena? Al respecto, Bates & Poole (2003) nos invitan a reflexionar en que incorporar la tecnología por sí misma no tiene sentido si el propósito de hacerlo no es fundamentalmente ponerla al servicio de las necesidades de nuestros alumnos a través de una teoría sólida que nos permita tomar la mejor decisión de cuándo y cómo incorporar la tecnología al proceso de enseñanza aprendizaje; y plantea que las interrogantes a formularnos no se refieren a si deberíamos de utilizar la tecnología sino en qué contextos y para qué propósitos resulta apropiada la tecnología para el aprendizaje y para la enseñanza. Enfatizan en que uno de los errores importantes en los que han incurrido muchas instituciones educativas se refiere a la configuración de una estructura organizacional sofisticada que brinde soporte a este nuevo modo de articular la enseñanza.
Exponen también que para algunos, el uso de la tecnología se vuelve una exigencia y que si no se incorpora se corre el riesgo de perder credibilidad o de ser considerados obsoletos; así mismo algunos maestros consideran que sus alumnos pueden poseer un mejor conocimiento del uso de la tecnología que ellos mismos y que particularmente se sienten inseguros de cómo lograr sus metas de enseñanza con el uso de la tecnología. Se reconoce que habrá ocasiones en las que la enseñanza basada en el uso de la tecnología no será la mejor manera de lograr los objetivos educativos claves.
Se considera que hay algunos elementos fundamentales para que la enseñanza con tecnología sea con calidad: Contenido, Planeación del curso, Diseño instruccional, Medios de producción, Soporte a la experiencia de aprendizaje, Administración del estudiante así como Evaluación y mantenimiento del curso.

Para Lozano & Burgos (2007) el uso de la tecnología en el ámbito educativo nos debe invitar a tener presente un fundamento pedagógico y andragógico de quien utiliza esta tecnología educativa: “la persona en sí misma” (p.10), reconociendo que tiene necesidades de flexibilidad de horario y lugar así como de poder compaginar una vida familiar, laboral y social que le permita continuar con su educación. En este sentido, señalan que “las nuevas tecnologías deben ofrecer posibilidades de aprendizaje superiores a las de antaño” (p.12)
Escamilla menciona que existen tres tipos de modelos educativos en los que ocurre la educación a distancia: el estudio independiente guiado, el aula remota y el modelo interactivo basado en TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación). Concluye que las TIC han puesto a la educación a distancia en la misma posición que la educación presencial a pesar de que la investigación en este modelo es aún incipiente, falta promover la acreditación de programas a distancia entre acreditadoras nacionales y aún no se ha desarrollado un verdadero lenguaje de este modelo.
Para Heredia y Romero, el modelo educativo centrado en la persona está constituido por el alumno en quien reconocen características cognitivas y psicosociales que los distinguen y que han de ser consideradas al diseñar quehaceres educativos; por profesores que evidencían sus características “en la forma en que diseñan, desarrollan, evalúan y facilitan el proceso de aprendizaje de los estudiantes” (p.58); por el contenido temático que influirá en la “forma del diseño instruccional del curso” (p.61); por el contexto institucional y sociodemográfico así como por un “marco filosófico sobre el hecho educativo” (p.66). Reconocen que desafortunadamente “no siempre las instituciones han girado alrededor de los alumnos” (p.69) ya sea por decisiones administrativas o porque durante mucho tiempo se privilegió la enseñanza sobre el aprendizaje.
Referencias:
Bates, A.W. and Poole, G. (2003). Effective Teaching with Technology in Higher Education. San Francisco: Jossey-Bass.
Fullan G. M. & Stiegelbauer. (2000) El cambio educativo. Guía de planeación para maestros. México:Trillas.
Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. (2007) (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

Opinión:

Las lecturas me han parecido no solo interesantes sino enriquecedoras porque creo que ahora estamos inmersos en un mundo donde la tecnología es parte de nuestra vida cotidiana y existe una presión importante en las instituciones educativas para incorporarla. Sin embargo, considero que no siempre se hace atendiendo a las necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos y no hemos reflexionado en qué contextos, para qué objetivos de aprendizaje resulta apropiada su incorporación y qué habilidades, competencias y aptitudes necesitamos tanto los profesores como los alumnos para lograr los objetivos planteados.

Estas lecturas me han aportado de nuevo las razones por las que podemos poner en la misma posición la educación presencial y la educación a distancia. Además de que combinando de manera adecuada la instrucción presencial con sistemas educativos de entrega de educación a distancia (blended learning) nos ofrece un amplio abanico de posibilidades de aprendizaje a la medida de las necesidades del alumno.